Los antioxidantes del vino tinto impiden que las bacterias que causan la placa se adhieran al tejido de las encías. Esta es la conclusión a la que han llegado investigadores del CSIC en Madrid. El efecto, recogido en el estudio, fue aún mayor cuando los antioxidantes  se combinaron con un probiótico oral: Streptococcus dentisani, que inhibe el crecimiento de la placa.

Para la realización del trabajo, los científicos utilizaron tejido de encía cultivado a partir de células humanas y aplicaron antioxidantes del vino en varias combinaciones. Separaron del tejido en varios grupos, tratando a uno con polifenoles del vino (ácidos cafeico y p-cumárico) solamente con extractos de semilla de uva y vino tinto disponibles comercialmente ( Vitaflavan y Provinles). Los antioxidantes provenientes del vino demostraron ser efectivos para inhibir la adhesión bacteriana a las células de la encía, pero una combinación de los polifenoles y el probiótico ofrecieron los resultados más efectivos.

Los investigadores del CSIC, tras varios años de investigación, sugieren con este estudio que podría haber algunos métodos interesantes para administrar el poder antiséptico de los antioxidantes, como enjuagues bucales, cremas dentales y goma de mascar.