Un equipo de Ingenieros de la Oregon State University (EEUU) ha logrado un hallazgo prometedor sobre el potencial del vidrio bioactivo para ayudar a reducir la capacidad bacteriana que daña los materiales empleados con los empastes.

Según los estudios realizados, quizá incluso se podrían aportar algunos de los minerales necesarios para sustituir los que se han perdido debido a las caries. Prolongar la vida de los composites podrá ser un avance considerable en el tratamiento dental, según los autores del estudio publicado en la revista Dental Materials, en el que se desataca que sólo en Estados Unidos se llevan a cabo anualmente más de 122 millones de restauraciones dentales con composites.

Como promedio, una persona realiza más de 600.000 masticaciones al año, y algunos estudio sugieren que la vida útil media de un composite dental posterior es de unos seis años. “El vidrio bioactivo, que es un tipo de cristal triturado con capacidad de interactuar biológicamente, se viene utilizando en algunos tipos de tratamiento óseo desde hace décadas”, refiere el doctor Jamie Kruzic, profesor y experto en biomateriales del Colegio de Ingeniería de la Universidad de Oregon, constatando que “este tipo de vidrio apenas se está empezando a utilizar en Odontología, y nuestra investigación demuestra que puede ser muy prometedor para los rellenos dentales”. El vidrio bioactivo incorpora óxido de silicio, óxido de calcio y óxido de fósforo, y se ve como polvo de vidrio.

Maxillaris Nº 195. Febrero 2016